lunes, 19 de marzo de 2012

CORRECTORES DE ESTILO

El corrector de estilo es una persona encargada de revisar los textos dentro de la industria editorial casi hasta el final del proceso de fabricación. Él corregirá los errores ortográficos, los de citas, de los autores para que los libros puedan ser consumidos por el público.

Muchas veces no se dimensiona la labor de los editores, sin embargo, en ocasiones el manuscrito que llega al casa editorial es muy distinto al que se publica. Lo que pasa es que el lector no tiene esos dos textos para poderlos comparar, es decir, el que llega a la editorial y el que publica para dimensionar el trabajo de los correctores.

Dentro de la Universidad Nacional, pocos son los autores que tienen un estilo correcto para redactar. Muy pocos redactan con lógica y secuencia. Existen docentes que no se atreven a escribir e investigadores ilegibles creadores de crucigramas plegados de adivinanzas, acertijos y suposiciones para el lector, a los que hay que reescribirles los textos.

El corrector en esos casos es más un redactor. Siempre hay que respeta al autor, hay que ser muy sutil ante las plumas ajenas, pero esa regla no aplica en quienes no respetan la gramática ni la lógica.

La universidad es un marco de interrelación oferta-demanda de la cultura en dos sentidos. Hay que diferencia el consumo cultural de la UNAM y el consumo cultural en la UNAM. Su comunidad utiliza los recursos culturales que le son ofrecidos, es decir, los bienes, servicios y actividades que conforman una gran oferta cultural.

A la par, la universidad es un medio de producción cultural y administra su propio patrimonio cultural y sus recintos. Es quien más textos entrega a prensa en el país y más traducciones al español realiza.

Esa enorme labor requiere de todo un ejército de correctores. Un libro debe ser leído por un dictaminador, un editor, un corrector de estilo, un corrector ortotipográfico, un corrector de pruebas y por el autor para dar el visto bueno.

La UNAM es una escuela de editores, correctores, diseñadores y traductores, aunque no exista la carrera como tal. En ella se da la oportunidad de comenzar a acumular la experiencia que solicitan las editoriales privadas para asignarles trabajos.

Fuente consultada:

AYALA, Ochoa, Camilo. Zenker, Alejandro. “Correctores de estilo”. En revista Quehacer editorial. No. 8. México. pp. 6-27.

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