jueves, 23 de febrero de 2012

PROCESO DE PUBLICACIÓN DE UN LIBRO

Todos los negocios del mundo al ofrecer un producto o servicio, esperan obtener una ganancia. Las casas editoriales también. Ellas invierten en libros. Es la que paga al autor, traductor, ilustrador, editor, al fabricante del papel y a todas las personas relacionadas en el proceso de producción. De igual manera, a los vendedores, publicistas, y todos los que intervienen en su comercialización.

La editorial, a su vez, recibirá ingresos de los libreros o de las personas que compren el libro y de los derechos por su utilización.

Habría que puntualizar en primera instancia que el editor debe contar con el panorama estético para la formulación del diseño, debe conocer los factores que intervienen en la producción, conocer al mercado en general, y tener olfato editorial, esto se refiere a la capacidad para identificar un manuscrito con potencial, entre otros que no.

El editor trata de reducir los costos e incrementar sus ingresos. La manera más segura de incrementar sus ganancias es vendiendo muchos libros. Los costos por unidad de libro se reducen drásticamente en la medida en que aumentan la cantidad de ejemplares impresos.

Hay dos tipos de editoriales: las comerciales que están generalmente asociadas a un holding; y las empresas independientes.

Hay una premisa básica del mercado editorial, reducir los costos para incrementar las ganancias.

Los costos por unidad de libros se reduce drásticamente en la medida en que aumenta la cantidad de ejemplares. Más ventas significan más ingreso, y más gastos asociados a las ventas.

Existe una clasificación para los gastos editoriales, donde intervienen los fijos y variables:

Costos de preparación editorial: Esta categoría comprende los pagos al autor y los honorarios de dibujantes y demás operarios involucrados.

Costos de manufactura: Estos incluyen el pago a la imprenta por concepto de impresión.

Costos de comercialización y distribución: Se refiere a los que originan las labores de empleados encargados de recoger pedidos, el empaquetado, cargadores, publicistas y promotores.

Esta es la forma adecuada de ordenar y percibir costos.

Ahora bien, en relación con los ingresos, los factores que los determinan no son percibidos con claridad por el público en general.

Hay cuatro factores para que el editor calcule los ingresos probables.

1. Precio al público: Por lo general, el precio al público depende de la región del mundo en que nos encontremos.

2. Cantidad de ejemplares vendidos: Este es el rubro de mayor riesgo en cualquier proyecto editorial. Al no concretarse una buena venta de alguna edición, todos los cálculos que se hayan hecho no sirven para nada.

3. Descuentos a librerías y otros clientes: Los vendedores de libros siempre reciben un descuento por parte del editor.

4. Costos eventuales de comercialización: Estos incluyen comisiones a ciertos tipos de representantes de ventas, deudas incobrables de compradores, gastos de envío en casos en que la editorial asume la responsabilidad.

Debido a que algunos de los costos de producción de un libro para un editor están en función directa con el precio de venta, éste tiene que se definido antes de hacer otro cálculo.

El método que suelen emplear los editores para determinar los tirajes y precios de venta es calcular el punto de recuperación del dinero invertido, es decir, la cantidad de ejemplares que es necesario vender para recuperar los costos de producción.

Fuente consultada:

SMITH, Datus, C. “Proceso de publicación de un libro” en Guía para la publicación de libros. México. Universidad de Guadalajara. 1991. pp. 34-53.

PUBLICACIÓN DE LIBROS Y DESARROLLO NACIONAL

La teoría y la práctica son dos partes fundamentales en el proceso de publicación de libros. Por lo general, los pasos a seguir para la publicación son prácticamente tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, sin embargo, el trabajo editorial se adapta según las necesidades de cada región.

El hecho de que se publiquen libros trae consigo una serie de beneficios para los países que los fabrican. Entre los más destacados están:

• Enriquecimiento cultural.

• Mejorar la industria editorial local.

• Forma de expresión de los pensadores.

Me llama la atención la afirmación sobre cómo los lectores más cultos se inclinan por las lecturas extranjeras, creo que en la actualidad, con la globalización de la información, un lector que se jacte de este adjetivo de cultura tiene que consultar libros tanto de producción nacional, como internacional; y no sólo conformarse con traducciones, sino los originales.

Existen posibilidades de desarrollar una industria regional entre naciones que hablan el mismo idioma, esto lo vemos con los holding españoles, que han logrado monopolizar el mercado editorial hispano.

La publicación de libros se va a desarrollar en función de las necesidades de cada país. Asimismo, existen varios puntos de importancia en su publicación como favorecer el desarrollo social, educativo, económico.

Ahora bien, la industria editorial se conforma de cuatro partes fundamentales. El autor, el impresor, el vendedor y el más importante de todos, el editor.

El autor es el creador o formulador de las ideas que serán comunicadas al mundo a través de un libro. Él es quien conjunta palabras, fotos, gráficas, tablas y demás recursos mediante los cuales se presentan sus ideas.

El autor. Es el detentador del derecho a publicar su obra, y generalmente trata de vender ese derecho –o alquilarlo, o asignarlo– a una editorial para su reproducción. Pero el autor que decide compartir su trabajo tiene derecho a recibir alguna recompensa de parte de la sociedad.

La protección de los derechos de autor bajo un principio general es el propósito de las leyes de copyright y de muchas prácticas editoriales aun cuando éstas no estén contempladas por la ley. La razón es que las leyes y las costumbres no sólo deben asegurar un trato justo al individuo, sino también estimular la creación de libros como un bien social.

En efecto, la sociedad reconoce al autor el derecho que tiene sobre su propia obra. Se pretende que solamente con la autorización de éste –sujeta a negociaciones y acuerdos– otras personas obtengan el privilegio de producir copias de su obra.

El impresor. Es el fabricante del libro. Recibe del editor el manuscrito, hace la composición tipográfica, encuadra la edición y lo devuelve impreso al editor. En ocasiones juega la suerte de diseñador gráfico.

El vendedor. Recibe los libros directa o indirectamente del editor, comprándolos a un precio menor al que tiene que pagar el cliente en una librería, o de alguna otra forma. Generalmente el vendedor es la última persona, aparte del consumidor, en la cadena que inicia con el autor.

Me parece que es necesario realizar una investigación de mercado para determinar las preferencias, riesgos y beneficios de la introducción de cierto material al mercado. Esta investigación en la dimensión correspondiente al texto que se publicará.

El editor. Juega el papel de coordinador general de la empresa editorial. Este recibe el manuscrito de manos del autor, aporta el capital que se requiere, contrata los servicios de dibujantes, traductores y otros especialistas en la materia; turna a la imprenta el trabajo y lo supervisa; luego distribuye los libros producidos en los mercados potenciales. El editor pone en marcha toda la maquinaria de la edición.

Fuente consultada:

SMITH, Datus, C. “Publicación de libros y desarrollo nacional” en Guía para la publicación de libros. México. Universidad de Guadalajara. 1991. pp. 1-14

jueves, 16 de febrero de 2012

DE LO ANALÓGICO A LO DIGITAL

Esta lectura comienza definiendo el habla como instrumento fundamental de construcción de las comunidades humanas. Me parece que es importante comenzar con esto a manera de introducción, por la importancia que tiene el hecho de crear un código para comenzar a relacionarse y vincularse con la gente, sin importar el soporte que se utilice para realizar esta acción; todo está circunscrito al fenómeno del habla.

La invención de la escritura, complementado con la capacidad del hombre para hablar, fueron dos factores que contribuyeron a su desarrollo. Pero la evolución del hombre no se quedó ahí, es decir, fue creando diversas formas para poder sobrevivir sin tanto esfuerzo.

Una de ellas fue la expansión de la capacidad comunicativa, ésta empezó con el soporte analógico (sonidos, ondas hercianas, papel, libros, etcétera.) Sin embargo, el hombre no se quedó estancado ahí por lo que en los albores del siglo XXI, esa función comunicativa se expandió hasta el soporte analógico (computadoras, pantallas, internet).

Algunos de los cimientos más significativos de nuestra civilización surgen de la escritura: Como el comercio y la democracia.

Antes de entrar de lleno respecto a la transición entre los soportes, manifiesto mi disyuntiva en cuanto a que el campo digital es un complemento del campo analógico, en mi postura, actualmente van de la mano uno con el otro, y creo que a futuro es muy probable que lo analógico termine siendo el complemento de la estructura digital, todo a partir del devenir de la sociedad actual.

En la transición de lo analógico a lo digital, existen varios cambios. Los más significativos han sido:

Con el entorno analógico se tenían una serie de limitantes como transmisión lenta, era de altos costos, acceso limitado a destinatarios. Lo digital permitió, una transmisión instantánea, bajo costo, acceso ilimitado.

Las tecnologías así han modificado la interacción y propician a su vez la globalización. Esto hay que entenderlo como una expansión del soporte digital del lenguaje.

Además, lo digital favorece la creación de comunidades virtuales pues son de bajo coste de producción y transmisión de discursos; acceso ilimitado, directo y privado a un número extenso de destinatarios y recursos.

En lo discursivo, rompe definitivamente la linealidad del discurso y organiza el contenido de manera hiper e intertextual.

A través de hipertexto, como estructura básica, en el internet, se puede saltar de un lugar a otro mediante links por lo que el flujo de información es mayor.

Esto implica que la persona que trabaje con esta herramienta tenga que organizar su información de manera jerarquizada y saber desechar lo que no le sea útil; debe ser consciente de sus propósitos.

Otra diferencia más que se presenta con respecto a lo analógico es las referencias bibliográficas (intertextualidad). Un documento analógico indica referencias a través de notas bibliográficas, sin embargo, esas notas por lo general hacen referencia a textos escritos en el pasado por lo que es desfavorable hasta cierto punto.

Los documentos digitales son proactivos ya que solo se refieren a sitios web del presente. Tienen por objetivo ofrecer al usuario acceso inmediato a más información.

Cabe aclarar (y me parece fundamental) que esta lectura es del 2000, lo que hace que ya haya perdido vigencia en muchos sentidos, pero su función principal sigue siendo vigente a propósito de la vinculación entre el discurso analógico y el digital.

Fuente consultada:

CASSANY, Daniel. “De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición” en Revista Latinoamericana de Lectura. Año 21. Junio 2000

ELOGIO (INNECESARIO) DE LOS LIBROS

A propósito de este texto rescato varias cuestiones que me parecen fundamentales para el entendimiento de esta lectura.

En primera instancia quisiera recobrar las citas que utiliza sobre el mundo de los libros:

  • “No vivo para leer, leo para vivir.” Jorge Luis Borges
  • “Los límites del lenguaje son los límites de mi mundo.” Wittgenstein
  • “Leer bien es arriesgarse mucho. Es dejar vulnerable nuestra identidad, nuestra posesión de nosotros mismos.” George Steiner.

En este sentido me parece pertinente iniciar con las citas anteriores para englobar lo que abraca Monsiváis al respecto de leer y sus beneficios, el mismo placer de abrir un libro y abrir el mundo a su vez. Creo que cualquiera que haya experimentado el fenómeno de la pasión literaria podría sentirse identificado y casi autor y seguidor de las premisas anteriores.

Y es que el acto de leer se convierte en un acto mismo de vida, una necesidad, una pasión. Al hacerlo permitimos la entrada de conocimientos, lo que nos lleva a ser capaces de reconstruir nuestro discurso social significativamente, y reinterpretarlo a partir de cada lectura. Eso lo hacemos a partir del uso de un código, en este caso la lengua española, y nuestro dominio del lenguaje se fortalece en la medida en que leemos. La única manera de aprender a escribir es aprender a leer, y esto va desde la concepción más superficial, hasta la más profunda en sí misma.

Es decir, en el ejercicio periodístico es importante volverse experto del idioma para poder transmitir y difundir un mensaje con claridad y precisión, y eso sólo se puede conseguir a través de un ejercicio práctico de lectura.

En segunda instancia, otro de los postulados que me parece importante remarcar es sobre cómo las industrias culturales norteamericanas imponen Bestsellers o libros de superación personal. Además de que las editoriales pequeñas son altamanete institucionales.

Creo que esto sucede desde hace tiempo atrás, lo que me lleva a formular la pregunta ¿cómo lector qué estoy haciendo ya para evitar el corporativismo en las industrias editoriales? Desafortunadamente en el contexto capitalizador donde nos encontramos quizá sea complicado imaginar una respuesta a esta cuestión, pero me parece que habría que reflexionarla y proponer algunas cosas, como profundizar en el conocimiento de las industrias a nivel nacional y hacer quizá un mayor consumo de ellas.

En cuanto a la “imposición de los bestsellers” creo que lejos de satanizarlos hay que darles un uso pragmático, en un sentido humanizado finalmente cumplen la función de atrapar a algún lector a una historia que probablemente carece de una calidad discursiva en comparación con otros productos literarios; más me parece que una vez que el lector está enganchada hay que aprovechar el momento para orientarlo y ligarlo hacia otras lecturas.

En un sentido mucho más económico, la abundante venta de estos ejemplares permite la producción de otras lecturas que quizá tengan un carácter de calidad mucho más apreciado.

Finalmente quisiera mencionar el contrapunteo que realiza Monsiváis, donde primero habla sobre cómo el valor atribuido a la lectura no procede a la par de la actualización tecnológica. Y en segundo lugar habla de cómo el Internet obliga a un mucho mayor ejercicio de la lectura.

Yo difiero con la primera premisa porqué me parece que si algo ha adquirido adoptar y adaptar las nuevas tecnologías es la cuestión de la escritura analógica para trasladarla al aspecto digital y que adquiera una mayor accesibilidad para la comunidad virtual.

Respecto a la segunda coincido totalmente ya que no sólo se hacen lecturas a nivel de lenguaje escrito sino icónico y audiovisual.

Habría que destacar la vigencia y aterrizaje que tiene el texto precisamente ahora donde es un tema coyuntural la “sincronización” entre los soportes digitales y los soportes analógicos.

Fuente consultada:

Alfonso reyes, citado por Carlos Monsivaís en "Elogio (innecesario) de los libros", en Letra Internacional, número 86, 2004.